Los sensores de movimiento forman parte de diferentes tipos de circuitos y cuentan con una gran variedad de funciones. Desde la activación de luces y otros sistemas a la detección de intrusos en diferentes espacios. Su innegable versatilidad los convierte en un elemento presente tanto en espacios públicos como privados.
¿Qué es un sensor de movimiento?
Lo primero es conocer qué es un sensor de movimiento. Se trata de un dispositivo electrónico que se encarga de dar la orden de encendido o apagado a un sistema mayor cuando detecta movimiento dentro de su área de acción. Se emplean principalmente con dos fines: para el ahorro energético y para preservar la seguridad. En el mercado hallamos una amplia variedad de estos dispositivos. Cada uno de ellos cuenta con un diseño distinto y funcionan a través de diferentes mecanismos.
¿Cómo funcionan?
El funcionamiento de estos sensores está directamente relacionado con la tecnología de detección que emplean en su interior. Estos son los modelos más populares con los que podemos toparnos:
- Ultrasónicos. Su funcionamiento es similar al de un radar. Cuando están activos, emiten una onda que recorre la zona, rebota y vuelve al sensor. Se activan ante cualquier cambio en el espacio con respecto al primer barrido.
- Infrarrojos. Constan de dos métodos de detección. Por un lado, se activan ante una variación térmica de la estancia. Por el otro, se activan cuando un cuerpo corta el haz de luz que proyecta.
- Duales. Combinan las dos tecnologías anteriores, lo que eleva su efectividad.
Los más empleados son los de tipo infrarrojo que podemos ver muy habitualmente en una amplia diversidad de espacios. Los duales son más eficientes y suelen emplearse cuando se busca una detección de alto nivel.
¿Dónde se suelen instalar los sensores de movimiento?
Conviene poner en práctica de forma periódica ciertas pautas a fin de lograr un uso efectivo. Son las que siguen:
- Uso. La función del elemento es básica para determinar su colocación.
- Obstáculos. La zona de visión debe ser limpia para evitar que los obstáculos impidan la detección.
- Exposición al sol. Se debe inhibir la exposición directa al sol para que no ciegue el sensor (especialmente en el caso de los infrarrojos).
- Fuente de calor. Las fuentes de calor cercanas pueden dañar estos elementos, al tiempo que contribuyen a provocar errores en los de tipo infrarrojo.
- Restricciones. Estos aparatos se pueden configurar de manera que esquiven objetos de menos de 25 kilos para prevenir su activación por pequeños animales.
Aunando todos estos factores podemos dar con el emplazamiento idóneo para su colocación de manera que resulten eficientes.
¿Dónde se colocan? ¿Son seguros?
Por norma general, estos dispositivos se instalan en una zona de paso y a una altura elevada con el fin de evitar los obstáculos. En el caso de que se empleen como elementos de seguridad, se debe priorizar su colocación en las zonas más sensibles a proteger. Se trata de elementos muy efectivos que proporcionan seguridad en el desempeño de su labor si están correctamente ubicados y configurados.
¿Los sensores de movimiento se usan en viviendas o empresas?
Estos dispositivos son aptos para su uso en viviendas, empresas y espacios públicos. Conectándolos a los sistemas de ventilación, luces o apertura de puertas podemos conseguir un considerable ahorro energético. Si apostamos por la conectividad con el sistema de alarmas, dotaremos a esa estancia de protección ante cualquier movimiento.
Los sensores de movimiento son indispensables como mecanismo de activación de múltiples sistemas. Existen diferentes tipos y se pueden instalar en lugares públicos y privados, asumiendo una gran variedad de funciones. En Acecho contamos con diferentes modelos y opciones para cubrir las necesidades de cada proyecto. Si quieres más información, no dudes en consultarnos. Estaremos encantados de ayudarte.