La gran mayoría de personas compra kits de alarmas comerciales por desconocimiento, miedo, urgencia sobrevenida, falta de tiempo en asesorarse, exceso de publicidad en los medios de comunicación o por la creencia de que se ha conseguido la mejor oferta del mes.
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¿Para qué y contra qué me quiero proteger con una alarma o un sistema de seguridad?
En general, la sensación de inseguridad lleva implícita la existencia de un riesgo o peligro; en la mayoría de los casos, reaccionamos y nos creamos la necesidad de protegernos. Con relación a la seguridad residencial, identificar y ser consciente de las amenazas que nos acechan para poder cuantificar su riesgo es el primer paso antes de comprar una alarma o sistema de seguridad que nos ayudará a elegir una solución eficaz, garantizando la protección de nuestra familia y vivienda. El robo, la intrusión e incluso con la familia dentro, el uso indebido y la ocupación de la vivienda son las amenazas más comunes a las que estamos expuestos.
En la protección, la consciencia de las personas va de la mano con la seguridad por diseño.
«La amenaza es la probabilidad de ocurrencia de un suceso en un sitio dado»
¿De quién me quiero proteger? Tipos de ladrones o atacantes
Saber de quién nos queremos proteger, condiciona el diseño y contundencia de las medidas técnicas de seguridad física, electrónica y ciberseguridad que tendremos que instalar. Atendiendo a nuestra atractividad y/o expectativa de botín que generemos, podemos ser objetivo para uno de los siguientes perfiles delincuenciales:
Ladrón oportunista u ocasional
Tiene habilidad para la apertura de puertas y ventanas. Puede disponer de información y realizar labores de previgilancia marcando sus objetivos. Aprovecha la vulnerabilidad de la vivienda, descuidos y ausencias de los propietarios. No han planificado de forma metódica el ataque.
Robo planificado
Destinado para bandas organizadas que realizan planificación previa de detalle. No les disuaden las medidas, ni las personas. Su único enemigo es la contundencia de medidas de seguridad física y electrónica que tiene que vulnerar y el tiempo del que disponen antes de que lleguen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Okupas
Personas que buscan viviendas vacías, la oportunidad de entrar a la fuerza y ocuparlas, apropiándose de forma ilegal cuando no haya personas dentro. Primero se informan sobre la propiedad. Ese inmueble es sometido a un seguimiento, entran forzando puertas o ventanas, bloquean cerraduras para evitar entrada desde el exterior. Pasadas unas horas reparan o cambian los daños producidos. Si hay objetos de valor dentro, los almacenan para evitar la acusación por robo y si transcurren más de 48 horas, el propietario tiene difícil el desalojo.
Uso indebido o abuso de confianza
Cualquier persona que realice algún servicio en la vivienda que, aprovechándose de la confianza depositada, pretenda por parte de esta, un beneficio ilegítimo, para él o para terceros.
Evaluación de riesgos, mejora la seguridad en el hogar
La evaluación de riesgos la debe realizar un «experto en prevención del delito», que requerirá al menos de una visita para cuantificar la oportunidad, vulnerabilidad, atractividad y posibilidad que ofrece la vivienda a los delincuentes, a la vez que una entrevista con los moradores para evaluar el impacto patrimonial, emocional y conocer sus hábitos.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de oportunidad, vulnerabilidad, atractividad y posibilidad?
Oportunidad
% Facilidad del uso de la vivienda que soporta al atacante. Analiza la oportunidad del agresor en función de las horas/días de desocupación y personas con capacidad de defensa y disuasión.
Vulnerabilidad
% La dificultad o facilidad que las infraestructuras y medidas de defensa de la vivienda generan al atacante. Considera el tiempo de ataque con el tiempo de detección y resistencia. Se aplica en la envolvente de la vivienda y a su entorno próximo. Considera el diseño de defensa en profundidad y la obsolescencia de las medidas.
Atractividad
% Perspectivas de botín. Atractivo de la vivienda para el ataque. Guarda relación el tipo de vivienda, su actividad y la recompensa estimada.
Posibilidad
% De 0/12, nivel de posibilidad de ser victima de un robo: Baja, Media, Media +, Alta, Alta +, Extrema.
La metodología Genoma del Robo, engloba las fases de evaluación – diagnóstico – diseño – implantación con análisis cuantitativos del riesgo.
¿Cómo elegir una empresa de seguridad privada?
A priori no debería ser un problema elegir a una buena empresa de seguridad, dado que según el Ministerio del Interior hay más de 4.200 empresas habilitadas. Pero la realidad es que en la mayoría de los casos se esfuerzan en promocionar productos (marcas y modelos), buscando cuotas mensuales recurrentes, periodos de permanencia obligados, kit estandarizados (misma solución para todos, sin análisis de riesgo previo), grandes dosis de publicidad y marketing, dejando huérfana de valor su oferta para clientes y potenciales clientes.
Una buena empresa de seguridad debe demostrar profesionalidad, aplicando conocimiento y experiencia con una metodología eficaz, transmitiendo confianza y transparencia en cada uno de los proyectos, con la capacitación, acreditación y habilitaciones de todo su personal (preventa, ingeniería, técnicos, post venta) y por supuesto con un precio equilibrado.
Detalles de profesionalidad de una empresa de seguridad
- Firma de NDA (Acuerdo de confidencialidad): Información protegida. Pensemos que vamos a trabajar con información muy sensible y que afecta a la seguridad de nuestros clientes.
- Acreditación del personal: Personal formado con acreditaciones individuales, por parte del Ministerio del Interior (Director de Seguridad) y sello privado de capacitación.
- Evaluación de riesgos: Capacidad para analizar amenazas y riesgos, plasmarlo en un informe, emitir un diagnóstico y realizar el diseño de la solución, aplicando seguridad transversal, combinando seguridad física con seguridad electrónica, con anillos de seguridad concatenados de detección, retención y control (seguridad en profundidad).
- Proyecto técnico: Capacidad para realizar proyecto técnico con planimetría de preinstalación de cableado y ubicación de elementos con zonas de cobertura real de los detectores y/o cámaras TV previamente diseñados.
- Potenciar hábitos en seguridad: Favorecer de la manera más natural, económica y sostenible a aumentar la seguridad de nuestro hogar, incorporando hábitos en seguridad . Recordemos que es la primera línea de defensa.
- Instalación y mantenimiento: Procesos detallados de instalación y puesta en marcha con pruebas «intruder», configuración de escenarios, explicación del sistema de seguridad de forma pausada con pruebas in situ, con todos los miembros de la familia con capacidad de atender.
- Presupuesto detallado: La «transparencia» es fuente de «confianza». Especificar marca, modelo de equipos, número de horas en mano de obra, desglose de cuotas y conceptos de mantenimiento, capacidad horas del S.A.I., capacidad de horas de grabación videograbadores.
- Entrega de documentación: expediente completo conforme al Reglamento de Seguridad Privada.
Comprar una alarma o sistema de seguridad
Una alarma por sí sola poca o nula protección nos ofrece. Si además, su compra va unida a un ineficaz asesoramiento, podemos creer y tener la sensación de estar o sentirnos seguros, pero en realidad, es estar bajo una falsa y errónea seguridad o pseudoguridad.
Por otro lado, el autodiagnóstico crea un flaco favor a la eficacia y rentabilidad de un sistema seguro de protección. Desconociendo tus amenazas, riesgos y vulnerabilidades, difícilmente podrás mitigarlos o reducirlos.
La protección efectiva no se consigue comprando un producto, ni por precio, sino aplicando una metodología en el diagnóstico y diseño de una solución de seguridad transversal, que nos proporcionará una mayor protección.
El mejor consejo para la compra e instalación de una alarma o un sistema de seguridad, es que sean los profesionales los que determinen la solución, en base al resultado de la evaluación de riesgos, ajustando la inversión a las necesidades reales de cada cliente, nuestro consejo es:
- Asesorarnos de un «Experto en Prevención del Delito».
- Contratar una empresa de seguridad acreditada en Seguridad Residencial con capacidad para realizar evaluaciones de riesgo, diseñar soluciones transversales, empleando una metodología secuencial, como es Genoma del Robo (Evaluación, Diagnóstico, Diseño e Instalación y Mantenimiento).
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