Los centros comerciales requieren de un plan específico de seguridad que considere riesgos involuntarios. También es fundamental que contemplen aquellos peligros que puedan tener un origen intencionado como robos, actos vandálicos o posibles indicios de atentado cuando hay aglomeraciones.
Ante tales amenazas, resulta crucial mantener un alto nivel de seguridad en un centro comercial, debido a la afluencia de personas y a la cantidad de productos y activos valiosos en su interior. De este modo, es evidente que cada zona de su infraestructura necesita un plan de seguridad adaptado en función del riesgo que pueda sufrir.
El método para controlar el acceso de clientes no será el mismo que el de la entrada del personal. Tampoco el procedimiento para proteger la dirección o la zona administrativa o la zona de las cajas fuertes.
Hay que tener en cuenta que los centro comerciales cuentan con zonas comunes. Su responsabilidad es de la propiedad. Por el contrario, en los espacios alquilados a terceros, es decir, en las tiendas, la responsabilidad del espacio suele ser del inquilino.
¿Cómo es la seguridad en un centro comercial?
La seguridad en el retail es crucial debido al gran número de personas que se concentran en sus instalaciones y a la cantidad de artículos de valor que contienen.
Sistemas de control de accesos
El acceso general al centro comercial es libre. Sin embargo, no todo el mundo puede entrar en todos los sitios, y menos aún el público que circula. Es necesario organizar los accesos a las diferentes zonas. Debido a la gran afluencia de personas que los transitan, es conveniente instalar en algunos puntos del centro comercial un control de acceso. Este sistema de seguridad permite acreditar, autorizar y registrar no solo a los trabajadores, sino también a los vehículos o equipos que entran.
Se utiliza en lugares de acceso restringido, como los vestuarios para los trabajadores, los almacenes, las oficinas e incluso las tiendas. Pueden autorizar todos estos movimientos mediante identificadores biométricos, lectores de tarjeta, mandos o claves de acceso, entre muchos otros.
Otro tipo de sistemas de seguridad para regular el tráfico masivo de personas son el control de aforo y el conteo de personas. Es un servicio que se puede contratar de manera puntual cuando se producen grandes aglomeraciones. Un ejemplo de ello son determinadas campañas de venta o fechas significativas que atraen a un gran volumen de clientes.
Sistemas de videovigilancia con videoanálisis
Uno de los sistemas de seguridad más efectivos es el de videovigilancia con videoanálisis. Consiste en un método de grabación que estudia las imágenes captadas por las cámaras. Es decir, se trata de una especie de vigilante virtual que, al detectar el movimiento de objetos (ya sean personas, animales o vehículos), lo compara con una serie de patrones. En caso de cumplirse alguno de los patrones definidos previamente, se determina que es una intrusión y suena la alarma.
Este servicio combina cámaras de seguridad convencionales con un sofisticado software que detecta y notifica intrusiones dentro de un determinado perímetro. Además, permite la evaluación en tiempo real de lo que sucede en el momento e incluso emite señales de prevención para que el ataque finalmente no se realice.
Su precisión y efectividad permiten registrar pruebas que resultan de gran utilidad para las autoridades policiales y judiciales en caso de que las necesiten ante la comisión de un delito.
¿Dónde se instalan los sistemas de videovigilancia?
Por lo general, las cámaras de seguridad se instalan en los lugares más vulnerables de la infraestructura de la gran superficie para alertar del acceso al recinto de personas no autorizadas. Otras de las ubicaciones más frecuentes son las entradas y salidas del centro comercial, los pasillos e intersecciones entre tiendas, el parking, los almacenes y las zonas de carga.
No obstante, la existencia de cámaras en zonas consideradas menos vulnerables se ha visto incrementada debido a que el riesgo de intrusión es cada vez mayor. Las cámaras no solo aportan seguridad, sino que son válidas para otras funcionalidades, como por ejemplo el conteo de personas, la diferenciación de visitantes por franjas de edad o sexo, la detección antihurto mediante análisis del movimiento, la realización de estudios de marketing mediante el estudio de mapas de calor que muestran por dónde se producen los movimientos de los visitantes o el tiempo que permanecen frente a cada escaparate, el control de aforos, la regulación del tráfico masivo de personas, etc.
Es decir, se tiende a sistemas mixtos en funcionalidades con un mismo conjunto de cámaras con diversos algoritmos de videoanalítica.
Sistemas de alarma y sensores
La instalación de alarmas y sensores es otra de las medidas preventivas que podemos llevar a cabo. Se trata de un sistema de detección que sirve no solo para alertar los movimientos de posibles intrusos y ataques, sino también para avisar en caso de incendio u otras señales técnicas a controlar.
Es uno de los servicios más demandados gracias a su tecnología, eficiencia y metodología. Los avisos llegan a un Centro de Control local o a una Central Receptora de Alarmas que, en caso de emergencia, moviliza a un equipo de vigilantes o profesionales capacitados para aplicar el protocolo de actuación correspondiente según el caso.
Los lugares más comunes para implementar un sistema de alarmas y sensores son los diferentes accesos al establecimiento como las entradas principales para clientes, las salidas de emergencia o las puertas de la zona de personal, entre otras. También es muy frecuente colocarlas en oficinas y áreas donde se almacene información sensible y objetos de valor.
Por otro lado, están los sistemas de alarma de las propias tiendas, los cuales los instalan los inquilinos y los mantienen, normalmente, con el proveedor de seguridad que ellos eligen. En estos casos, será importante una coordinación operativa si saltase su alarma, sobre todo si el centro comercial cuenta con un servicio de vigilancia propio que deba enterarse y verificar la señal.
Integración de sistemas de seguridad
Cuando la gestión de los distintos sistemas de seguridad del centro comercial es compleja o resulta difícil aplicar un protocolo genérico, es recomendable unificar todos los sistemas de seguridad de los que disponga la gran superficie. Se trata de una solución que solo ofrece ventajas, puesto que, además de la simplicidad en la instalación y su rápido acceso, aporta otros beneficios como la reducción en los costes de contratación y mantenimiento del servicio, la optimización del espacio, el aumento de la productividad o la mejor eficiencia en el consumo energético.
Es recomendable contar con un responsable o director de seguridad al mando, ya sea propio o externalizado. Además, es importante establecer un Centro de Control local de vigilantes donde se centralicen y coordinen las actuaciones del personal de seguridad. En este centro se gestionarán también los elementos de seguridad electrónica, los cuales deben integrarse en una misma plataforma de gestión. Todo esto debe estar alineado con los planes globales de Emergencias y Seguridad
Si se trata de una entidad con varios centros comerciales, es conveniente que exista un departamento de seguridad propio. Este será el encargado de coordinar todos los centros, sus medidas de seguridad y realizar auditorías periódicas.
Un protocolo de seguridad a medida
Cuando hablamos de un plan integral de seguridad, debemos considerar varios aspectos para vigilar y proteger una gran superficie y sus instalaciones. Cada centro comercial es diferente en cuanto a infraestructura, ubicación, horarios, dimensiones y número y tipo de visitantes. De igual modo, cada establecimiento determina qué zonas son de libre acceso y cuáles merecen una protección especial. Es por estos motivos que los protocolos de seguridad varían en cada caso.
Siempre es conveniente contar con un equipo profesional que ofrezca un correcto asesoramiento. Aplicar el protocolo adecuado e instalar el sistema de seguridad idóneo en cada caso son imprescindibles para garantizar la protección de las personas y bienes materiales.
Por último, es importante comentar que todo centro comercial debe contar con un plan de autoprotección y evacuación. Este plan debe tener un jefe de emergencia al mando designado a priori. En él se deben definir los protocolos de actuación que se llevarán a cabo en caso de que ocurran ciertos riesgos. En estos casos, la coordinación de protocolos y la cooperación de los inquilinos será fundamental. La seguridad, por ejemplo, en caso de tener que llevar a cabo una evacuación, no distinguirá entre propietario e inquilinos del centro comercial. Afectará a todos por igual y requerirá que se coordinen y ensayen acciones previamente mediante simulacros conjuntos. Esto es para asegurar el mayor nivel posible de seguridad del centro comercial y de los visitantes.
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