Proteger una empresa mediante cámaras de videovigilancia inteligente es una solución de seguridad cada vez más demandada por los empresarios. Esto es debido a que los métodos empleados por los ladrones o asaltantes a la hora de materializar un robo o intrusión son cada vez más sofisticados y meticulosos. Debido a ello, no es de extrañar que los dueños de un negocio hayan dejado atrás opciones más tradicionales como las alarmas y se hayan decantado por alternativas más precisas que utilizan tecnología muy avanzada.
Entre este tipo de dispositivos de seguridad encontramos las cámaras térmicas y termográficas. Si has oído hablar de ellas y quieres conocer más información, en este post te explicamos cómo es su funcionamiento, en qué se diferencian unas de otras y cuáles son sus principales usos y ventajas.
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¿Cómo funcionan las cámaras térmicas y termográficas?
Para entender cómo funcionan las cámaras térmicas y termográficas, hay que tener en cuenta que tanto las personas como los animales emiten una radiación infrarroja que varía según la temperatura de sus cuerpos. Este tipo de emisiones no son visibles para el ojo humano, puesto que, dentro del espectro electromagnético, su rango se encuentra entre la luz visible y la radiación de microondas.
Es por eso que, para poder visualizar este tipo de emisiones, es necesario utilizar dispositivos que elaboren imágenes tomando como base la radiación infrarroja captada. Para ello, utilizan sensores que detectan el calor de los cuerpos y dibujan un termograma o patrón de temperaturas en una pantalla o monitor y se establece una escala de color en función de la radiación calórica recogida. Esto permite que se observen con claridad los movimientos capturados e, incluso, se identifique el tipo de objeto que realiza la acción.
¿En qué se diferencian las cámaras térmicas de las cámaras termográficas?
La principal diferencia entre una cámara térmica y una termográfica es que estas últimas, al utilizar tecnología más avanzada, son capaces de medir la temperatura absoluta en todos sus píxeles y ha propiciado que se desarrollen modelos de cámaras de vigilancia mucho más precisos y completos. Las primeras, pese a que son capaces de trabajar sin interrupciones, en ocasiones pueden presentar dificultades en la medición exacta de la temperatura.
No obstante, ambas deben estar configuradas y monitorizadas correctamente de acuerdo a los estándares de seguridad, para que, de manera segura y eficaz, hagan saltar las alarmas en caso de peligro.
¿Para qué se utilizan las cámaras térmicas y termográficas?
La principal utilidad tanto de las cámaras térmicas como de las termográficas no es otra que la captación de movimiento de los objetos en caso de escasa visibilidad, especialmente durante la noche. Capturan imágenes estables durante todo el día, independientemente de otros factores como pueden ser los ambientales: condiciones sin luz, sombras, niebla, contaminación, lluvia e, incluso, presencia de humo.
No obstante, este tipo de cámaras pueden usarse en otros muchos ámbitos, ya que sus utilidades son cada vez más numerosas a medida que avanza la tecnología. Dentro de una empresa, por ejemplo, permiten descubrir fricciones en motores, calentamientos en componentes eléctricos, fugas, obstrucciones o sobrecargas en depósitos. En cuanto a la rama sanitaria, son útiles para detectar la temperatura corporal, realizar ensayos clínicos u observar posibles lesiones en el riego sanguíneo.
Es precisamente este caso el que más utilidad ha tenido en los últimos años debido a la COVID-19. A lo largo de la pandemia, estas cámaras han sido empleadas para detectar posibles portadores del virus. Analizaban si las personas tienen una temperatura superior a la habitual, determinando así la presencia de fiebre, que es un síntoma habitual en las personas que pasan la enfermedad.
Otros usos frecuentes de este tipo de cámaras son la seguridad antiterrorista, la detección de incendios tanto en las naves como en la naturaleza, el control de la polución o la comprobación de la calidad de producción industrial. También son empleados en otras áreas como la arqueología o la geología.
Una cámara térmica profesional en particular también se aplica en investigación y seguridad. Es habitual que también se empleen para localizar animales, descubrir los focos de los incendios o como complemento a los sistemas de seguridad perimetral.
Una cámara termográfica industrial, en cambio, es utilizada también en la construcción, para comprobar la eficiencia energética de los aparatos y la repartición de temperaturas en los sistemas de calefacción. Asimismo, una cámara termográfica sirve para detectar fugas de agua, calor, humedad, o cualquier tipo de escape que pueda presentar una estructura.
¿Por qué es importante incorporar cámaras térmicas o termográficas en la seguridad de una empresa?
Apostar por cámaras térmicas o termográficas en la seguridad de una empresa es fundamental gracias a su precisión en condiciones de poca visibilidad y la identificación de cuerpos sospechosos a larga distancia. Ofrecen las mismas garantías que las cámaras de vigilancia tradicionales o incluso más, ya que son más completas y el margen de error es mínimo.
Una de las principales ventajas de este tipo de dispositivos es que no tienen limitación en ninguna condición, ya que al detectar el calor de los objetos funcionan las 24 horas del día. Esto facilita la detección de cualquier movimiento extraño independientemente de la hora en la que se produzca, con especial atención durante la noche cuando la oscuridad es total.
Además, utilizan sistemas de analítica de vídeo e inteligencia artificial, siendo posible el monitoreo de las imágenes en tiempo real para la activación del protocolo de seguridad de manera inmediata. Una función que también es realmente beneficiosa a la hora de determinar si el cuerpo en movimiento se trata de un animal, un vehículo o una persona, evitando así posibles falsas alarmas a la hora de proteger una empresa.
Si estás pensando en instalar cámaras térmicas o termográficas en tu negocio, no olvides lo importante que es contar con ayuda profesional. Gracias a la contratación de un equipo de especialistas en la materia, recibirás un servicio personalizado y a medida para detectar las necesidades reales de tu empresa y escoger qué tipo de sistema de seguridad es más adecuado para ti.