Los sistemas de seguridad son soluciones imprescindibles en cualquier empresa para garantizar la protección no solo de los bienes materiales, sino también de las personas que puedan encontrarse en su interior. Este factor cobra aún más importancia en aquellas con un perímetro realmente amplio. Debido a sus grandes dimensiones, la vigilancia en este tipo de instalaciones es más compleja, ya que presentan mayores vulnerabilidades y necesidades y, por ende, requieren de una especial protección. Por este motivo, se torna fundamental contar con una solución de seguridad que evite posibles intrusiones o asaltos ya desde el vallado que limita el recinto.
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Protección desde el exterior: configuración de anillos de seguridad
Los sistemas perimetrales de seguridad consisten en un conjunto de elementos mecánicos y electrónicos que se utilizan para proteger una empresa desde el exterior. Para vigilar el perímetro, se configuran una serie de anillos de protección con diferentes sensores cuya finalidad es alertar de la entrada de cualquier objeto, ya sea una persona, un animal o un vehículo, en el área circundante. Entender la protección por capas que van desde fuera hacia dentro es primordial para dificultar el acceso de los asaltantes y frenar su avance. De ahí que sus principales objetivos sean la prevención y la disuasión.
Así pues, podemos decir que un sistema de seguridad perimetral es la primera línea de defensa de un recinto. Este tipo de medida preventiva es una solución innovadora que aporta tranquilidad y confianza, puesto que posibilita la detección de los intrusos en el momento en que traspasan los límites de la propiedad. Además, gracias a las tecnologías actuales, resulta mucho más sencillo determinar si verdaderamente se está produciendo un ataque o robo, reduciendo al mínimo las falsas alarmas.
¿Qué tipos de sistemas de seguridad perimetral existen?
Es indudable que la detección de una intrusión en una fase temprana ayuda a reaccionar con la suficiente antelación para establecer los mecanismos de respuesta necesarios para resolver el incidente de forma rápida. Alertar del momento exacto en el que tiene lugar el asalto al recinto protegido es crucial en la prevención del delito.
Por eso, elegir qué solución de seguridad perimetral es la más adecuada reducirá notablemente la posibilidad de sufrir un robo. Los sensores de movimiento, las cámaras de videovigilancia con videoanálisis o los equipos sin instalación eléctrica son algunas de las medidas para proteger el perímetro de nuestra empresa.
Sensores de movimiento y detectores de alarma
Los detectores perimetrales son dispositivos que registran el acceso de cualquier intruso en una zona delimitada. Se instalan en las verjas o vallas que determinan el perímetro y alertan del asalto incluso antes de que se haya materializado. Estos sensores de movimiento tienen un alto efecto disuasorio y de reacción, puesto que, al activarse, dan aviso a la central receptora de alarmas y al propietario de la instalación para proceder con los protocolos de respuesta necesarios. Asimismo, si disponen de señales acústicas y visuales, estas se accionan de forma inmediata.
Como decimos, los detectores de movimiento son realmente útiles para cubrir la totalidad del perímetro de una empresa con precisión absoluta. Para lograrlo, existen distintos tipos de sensores de movimiento. Los más comunes son los detectores de vallado, los sensores infrarrojos, las barreras microondas y los radares en tierra. Independientemente de la solución escogida, es conveniente optar por sistemas cableados en lugar de comunicaciones por radio. Los cables transmiten de forma ininterrumpida la información y alertan cuando son cortados.
Videovigilancia inteligente con videoanálisis
Los sistemas de vigilancia con análisis de vídeo son empleados para proteger cualquier tipo de recinto mediante el uso de cámaras analógicas o IP. Estas emiten una señal que es analizada por algoritmos y se basan en la inteligencia artificial para ofrecer una protección fiable, precisa y eficiente. Existen dos tipos, los circuitos cerrados de televisión o CCTV y las cámaras térmicas.
El funcionamiento de los CCTV consiste en la grabación de imágenes que capturan que se ha producido una intrusión, determinan cuándo ha tenido lugar e identifican quién o quiénes han sido los autores del delito. Se trata de un sistema de control que reduce el riesgo de robo o asalto y emiten señal de videoverificación en vivo ante cualquier incidente.
Por otro lado, las cámaras térmicas basan su tecnología principalmente en detectar la energía infrarroja que emiten los cuerpos de los objetos, es decir, el calor. Este calor se convierte en una señal electrónica que, procesada por el dispositivo que lleva aparejada la cámara, proporciona una imagen clara y nítida de la silueta de dichos objetos en completa oscuridad. Son capaces de cubrir áreas más extensas y son realmente eficaces en la prevención de falsas alarmas.
Instalaciones sin red eléctrica
También es posible colocar en el perímetro de nuestra empresa sistemas de seguridad que no precisen de red eléctrica. Este tipo de soluciones son realmente útiles en emplazamientos donde existen probabilidades de que haya interrupciones frecuentes del suministro eléctrico o directamente carezcan del mismo, como, por ejemplo, las casetas de obra.
Las alarmas inalámbricas funcionan gracias a baterías internas de alta capacidad que se comunican entre sí con señales propias al margen de cualquier conexión eléctrica. Son una alternativa cómoda, puesto que su instalación es relativamente sencilla al no precisar de cableado.
La importancia de un sistema de seguridad integral y profesional para prevenir falsas alarmas
Como cualquier otra medida preventiva, la seguridad perimetral es efectiva por sí misma. Sin embargo, no hay duda de que es aún más eficaz si está complementada por otros sistemas de protección como la videovigilancia o el control de accesos. Este tipo de servicio consiste en una solución unificada que aporta una visión integral que permite diseñar una estrategia de seguridad única y detecta posibles intrusiones con mayor precisión.
Además, para garantizar una protección total y real en empresas con recintos amplios, es conveniente respaldarse en un equipo de expertos con experiencia contrastada que evalúe de forma personalizada las necesidades de cada entidad y ofrezca un correcto asesoramiento para encontrar la mejor solución. La confianza en los profesionales es clave para reducir al mínimo la probabilidad de que ocurran falsas alarmas y alcanzar un nivel de seguridad óptimo y sin fisuras.