El bumping es un método de apertura de cerraduras muy utilizado en los delitos contra la propiedad. Se trata de una técnica sencilla, silenciosa y que apenas deja rastro. Por ello, esta práctica criminal se ha convertido en una de las preferidas por los delincuentes y en un serio motivo de preocupación para los propietarios. ¿En qué consiste exactamente el bumping? ¿Qué medidas se pueden tomar para prevenirlo? El objetivo de este artículo es dar una respuesta satisfactoria a estas preguntas y ofrecer una serie de consejos para incrementar la seguridad en viviendas y locales comerciales.
¿Qué es el bumping?
Esta frecuente técnica de robo consiste en insertar en la cerradura una llave especial, conocida como llave bumping. Tiene los dientes diseñados específicamente para encajar en casi cualquier puerta. Una vez que está dentro de la cerradura, se golpea para que los pistones del cilindro salten de manera simultánea, lo que permite abrir la puerta sin forzarla y sin utilizar la llave original.
Los primeros que utilizaron este método fueron los cerrajeros. No obstante, no tardó en difundirse su uso con fines ilícitos. Debido a su simplicidad, no es necesario ser un avezado asaltante de viviendas para aplicarlo. Basta con conseguir dos herramientas: la llave manipulada y un objeto contundente para golpearla, por lo general un martillo. Por desgracia, obtener una llave de estas características está al alcance de cualquiera. Pueden encontrarse sin ninguna dificultad en internet e, incluso, gracias a la proliferación de tutoriales al respecto, es posible fabricarlas de forma artesanal.
De este modo, sin un mínimo conocimiento del mecanismo interno de una cerradura, cualquier delincuente es capaz de acceder a un inmueble. Además, puesto que no es necesario forzar la puerta, la ausencia de evidencias visibles incrementa el desconcierto y la preocupación de las víctimas del robo.
¿Cuáles son las cerraduras más vulnerables al bumping?
Según la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES), hasta el 80 % de las cerraduras existentes en España son vulnerables, ya que se han quedado obsoletas. Cualquier puerta que utilice alguno de los sistemas que se mencionan a continuación puede forzarse sin esfuerzo:
- Cerraduras de gorjas: Suelen abrirse con una llave formada por una varilla alargada y una pala dentada en el extremo. Fueron muy populares hace 20 años, pero hoy es recomendable sustituirlas por otras más modernas y seguras.
- Cerraduras con cilindros tradicionales: Son las más comunes en los hogares. Lo cierto es que un ladrón con poca experiencia es capaz de desbloquearlas en cuestión de segundos.
- Cerraduras mal utilizadas: Hasta los sistemas de seguridad más sofisticados son inútiles si se usan de forma incorrecta. Es esencial recordar que se debe cerrar la puerta siempre con llave. De lo contrario, no sirve de nada invertir en la mejor puerta acorazada.
- Cerraduras sin protección contra el bumping: Toda puerta que no esté dotada de este sistema está desprotegida frente los intrusos.
¿Qué puertas ofrecen el máximo nivel de protección?
Afortunadamente, existen soluciones efectivas que permiten salvaguardar la propiedad y prevenir las intrusiones. En estos momentos, la medida de seguridad más recomendable es instalar una puerta blindada con un bombín antibumping. Se trata de un componente diseñado específicamente para evitar esta técnica de robo. Consta de un cilindro oculto que impide introducir llaves que no sean la original. En muchos casos, incluye también sistemas de bloqueo adicionales para disuadir a los potenciales intrusos.
En definitiva, si los métodos de robo evolucionan, la tecnología también debe hacerlo para contrarrestar amenazas como el bumping. Siempre hay que mantenerse un paso por delante de quienes tratan de vulnerar la tranquilidad de los propietarios de viviendas y comercios. Invertir en cerraduras dotadas de las últimas innovaciones en seguridad es la mejor manera de prevenir sorpresas indeseadas.