Un detector de humo es uno de los elementos básicos de un sistema contra incendios. Este elemento es el responsable de detectar la combustión para activar la alarma y poner en marcha los sistemas de extinción con los que cuenta el equipo. También se encarga de la anticipación y es el primer mecanismo de defensa frente a este tipo de incidentes.
¿Qué tipos de detectores de humo existen y su funcionamiento?
Existen varios tipos de detectores de humo y diferentes formas de clasificarlos. La forma más común de clasificarlos es capaz de distinguir cuatro grupos diferentes con base en su funcionamiento y el tipo de partículas que son capaces de detectar.
Detectores iónicos
Analizan el aire siguiendo el principio de ionización. Este les permite detectar partículas que pueden ser invisibles a simple vista. Son de gran utilidad para fábricas que cuentan con productos químicos, ya que este tipo de incendios deben detectarse de manera rápida y son más complejos.
Detectores ópticos
En este caso se activan por el humo que entra en la caja de detección. Este es el responsable de que el rayo de luz se disperse y de manera automática se active la alarma. Son los modelos más comunes que se pueden encontrar y están presentes en viviendas, locales comerciales o supermercados. Esta clase de dispositivos pueden ser digitales o analógicos.
Detectores térmicos
En este caso solo detectan el incendio, no el humo. Estos modelos cuentan con un elemento interno que se funde al alcanzar una determinada temperatura (por encima de los 65 grados). Al producirse este efecto se activan las alarmas. Se emplean en espacios donde los detectores de humo no tienen sentido, como garajes o cocinas.
Detectores de radiación
Este mecanismo electrónico cuenta con unos sensores capaces de apreciar la radiación que produce un fuego. Están diseñados para los espacios abiertos y son elementos de detección tardíos, es decir, cuando el incendio ya está en marcha.
En la actualidad estos sensores han evolucionado y pueden incorporar varios de los sistemas de detección en su interior. Además, existen modelos inteligentes que son capaces de poner en marcha un protocolo en función de los sensores que se activan en cada momento.
¿Dónde se debe colocar el detector de humo?
Los detectores de humo son fundamentales en los servicios contra incendios. Estos dispositivos pueden ayudarnos a estar un entorno más seguro y protegernos ante la aparición del fuego gracias a sus sistemas de aviso. Sin embargo, para lograr que funcionen de manera eficiente es imprescindible que estén situados en el lugar correcto.
En locales comerciales y otros establecimientos públicos existe una normativa predeterminada que indica los puntos principales de instalación. En el caso de viviendas u otros lugares que no están recogidos como de obligado cumplimiento, su instalación depende de nosotros, aunque siempre es recomendable conocer las normas.
En el caso de la vivienda se deben instalar en las paredes y techos de los dormitorios o escaleras. Es importante evitar la cocina para no caer en falsas alarmas. Del mismo modo, puertas y ventanas pueden contar con corrientes que influyan en el funcionamiento del dispositivo. Además, todos los detectores de humo que se instalen deben ser compatibles entre sí, con el fin de que las alarmas contra incendios puedan cumplir su función.
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El detector de humo es la primera barrera de defensa frente a los indicadores de un incendio. Este tipo de sensores son lo que alertan al resto de sistemas para sofocar esta clase de emergencia de manera segura y eficiente.